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Los coches pequeños tienen la tasa de mortalidad más alta

En Estados Unidos han analizado las tasas de mortalidad de los coches y los automóviles pequeños son los que más altas las tienen.

Aquellos que defienden lo de que el tamaño no importa, deberán modificar sus creencias, por lo menos en relación con la seguridad vial. Así lo señala el Insurance Institute of Highway Safety (IIHS), que acaba de publicar los resultados de tasas de mortalidad entre los coches pequeños… y no salen muy bien parados.

A pesar de los esfuerzos de los fabricantes por hacerlos más seguros, los automóviles más pequeños siguen siendo los más peligrosos, según las tasas de mortalidad de los conductores calculadas por el IIHS.

Bien los SUV de lujo, mal los pequeños

Esta organización científica y educacional independiente sin ánimo de lucro que se dedica a la investigación sobre la seguridad vial en los Estados Unidos concluye que 15 de los 20 modelos con las tasas de mortalidad más altas son coches pequeños, mientras que casi la mitad de los 20 modelos con las tasas de mortalidad más bajas son todoterrenos de lujo.

«Los vehículos pequeños ofrecen menos protección para el conductor en los choques, y su masa más liviana implica que se llevan la peor parte en las colisiones con vehículos más grandes», explica Joe Nolan, vicepresidente principal de investigación de vehículos del IIHS.

También hay que añadir que este tipo de coches cuentan con equipamientos de seguridad más limitados frente al que incorporan modelos de mayor tamaño y precio.

Las tasas de mortalidad de los modelos de 2017 (los analizados) varían ámpliamente desde cero por millón de vehículos para siete modelos (como el Volkswagen Golf) hasta 141 por millón de vehículos para el de peor rendimiento, el Ford Fiesta de 2017, que obtuvo una calificación de «marginal». Tras el Fiesta, se situaron el Hyundai Accent (116), el Chevrolet Sonic (98) y el Nissan Note (96).

Vas a chocar… ¿cómo puedes protegerte?

El IIHS ha estado calculando las tasas de mortalidad de los conductores aproximadamente cada tres años desde 1989. Las tasas incluyen sólo las muertes de conductores porque todos los vehículos en la carretera tienen conductores, pero no todos tienen pasajeros o el mismo número de pasajeros.

Si bien las tasas de mortalidad se ajustan según la edad y el sexo del conductor, no tienen en cuenta otros factores que podrían influir en las tasas de mortalidad, como la velocidad a la que se conducía, el número de kilómetros que se recorren diariamente o los tipos de carreteras en los que tuvo lugar el siniestro.