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La colección de coches de Michael Jordan

El jugador de baloncesto más grande de todos los tiempos ha sido y es, como la mayor parte de los deportistas de élite, un enamorado de los coches de alta gama. Estos son los modelos que han pasado por su garaje desde que se convirtió en superestrella.

El éxito que está teniendo el documental The Last Dance es brutal. La cadena ESPN ha querido rendir tributo a una de las mayores gestas que se han visto en la historia del baloncesto, la de los seis anillos de los Chicago Bulls comandados por el eterno Michael Jordan. Aparte de los épicos enfrentamientos con los Detroit Pistons, los Phoenix Suns o los New York Knicks, los capítulos que también emite Netflix semanalmente nos dejan ver la pasión de Jordan por los puros, el golf, las apuestas y, por supuesto, los coches de lujo. Como buenos amantes del motor que somos, nos interesa mucho recopilar todos los modelos que pasaron por las manos del deportista norteamericano más importante que ha existido. Hay que decir que el gusto de Air es exquisito… Juzgad vosotros mismos. Esta es la espléndida colección de coches de Michael Jordan.

Porsche 911 (930) Turbo Flatnose

Uno de los primeros coches que Jordan condujo durante su estancia en Chicago fue este precioso y exclusivo Porsche 930 Turbo Flatnose, una versión especial de finales de los 80 cuyo frontal se inspiraba nada menos que en los 935 de carreras. Precisamente este coche fue el responsable de que hoy en día exista la división Porsche Exclusive Manufaktur dedicada a crear modelos Porsche a medida. Los primeros 930 Turbo Flatnose que empezaron siendo preparaciones no oficiales equipaban un poderoso motor 3.0 turbo de hasta 380 CV que le permitían alcanzar los 300 km/h de punta y completar el 0-100 km/h en solo 5 segundos. Con el tiempo fueron evolucionando y alcanzando cifras superiores.

Chevrolet Corvette C4

Jordan fue imagen de algunas campañas publicitarias de General Motors y esa relación fue correspondida también fuera de cámaras. Por su garaje han pasado este Chevrolet Corvette C4 y algunas otras evoluciones del mismo, como el C4 ZR1 que hemos podido ver en The Last Dance y un C5 que estrenó a finales de los 90. Como era común en él, cada coche tenía que tener algo que lo definiera como propio. La placa del primer C4 no deja lugar a dudas sobre quién es el propietario.

Ferrari 512 TR

El ’23’ ha tenido especial predilección por los cavallinos. Uno de sus primeros superdeportivos provenientes de Maranello fue el Ferrari 512 TR de principios de los 90 (podéis ver cómo se baja de él en la foto principal.) El 512 TR fue el primer restyling del legendario Testarossa. El diseño que en su día esbozó Pininfarina fue retocado en el 512 TR para suavizar en gran parte las líneas rectas del frontal y del perfil. Sin duda, lo que permaneció intacto fue la imponente trasera… También se modificó el 12 cilindros bóxer de 5 litros de cilindrada, que pasó de los 390 a los 428 CV de potencia. La unidad de Jordan contaba además con una matrícula personalizada (M-AIR-J) y con un color negro que era completamente inusual en un Ferrari. Tan solo celebridades de la talla de Jordan, Maradona, Michael Jackson o Sylvester Stallone han gozado de este privilegio.

Land-Rover Range Rover I

No todo iban a ser deportivos… Los inviernos en Chicago son muy duros y con este Range Rover His Airness podía salir de su mansión de Highland Park sin miedo a quedarse tirado. Lo cierto es que sus casi dos metros de estatura debían de agradecer mucho más la habitabilidad interior del Range que la de cualquiera de los otros deportivos. El caso es que por una cosa o por otra debió gustarle, porque, como veremos después, la segunda generación también acabó en sus manos.

Mercedes 600 SEL

Toda gran estrella necesita su limusina para las ocasiones de etiqueta. Jordan la tenía… y no, no se trataba de ningún Rolls-Royce, Bentley o Cadillac. La elegida fue la espectacular Mercedes-Benz 600 SEL, una lujosa berlina de 5,21 metros y 2,2 toneladas de peso que tenía como corazón un codiciado V12 de 6 litros capaz de entregar 408 CV y 580 Nm de par. Toda la fuerza iba a parar al tren trasero por medio de una transmisión automática de cuatro relaciones. Esto era suficiente para que alcanzara los 100 km/h desde parado en solo 6 segundos, nada lejos de lo que prometían los superdeportivos de la época…

Land-Rover Range Rover II

Como decíamos, al Range Rover de primera generación le siguió un segundo modelo que Jordan no tardó en adquirir. Además, debió tenerle un especial cariño porque le colocó una de sus placas personalizadas en la que se podía leer Two Trey (algo así como doble bandeja en inglés.) En concreto, Jordan eligió el tope de gama HSE 4.6, con un V8 de 4,6 litros que desarrollaba 218 CV y 400 Nm de par.

Ferrari 550 Maranello

Otro de los cavallinos que aparecen en el documental es este Ferrari 550 Maranello, un coche que se fabricó entre 1996 y 2002. Jordan ya disfrutaba de los 485 CV que salían de su V12 atmosférico el 22 de enero de 1998, poco después de anunciar la segunda de las tres retiradas que llevó a cabo.

Mercedes-AMG SL 55

Tras su última retirada en 2003, cuando dejó la plantilla de los Washington Wizars en la que estuvo por dos temporadas, Michael Jordan siguió disfrutando de la fortuna que había amasado durante su carrera. En uno de esos días se le fotografió por las calles de Chicago a los mandos de este bonito Mercedes-AMG SL 55 de 2008. Este fue el último SL 55, ya que en la sexta y actual generación las opciones AMG de la Clase SL se limitaron a un SL 63 (V8 biturbo de 564 CV) y a un SL 65 (V12 biturbo de 630 CV.) El SL 55 de Jordan, no obstante, gozaba de un extraordinario V8 de 5,4 litros y 517 CV.

Otros coches de Michael Jordan.

A la lista de coches de Michael Jordan se suman otros modelos con los que no se le ha visto en tantas ocasiones. Aun así, varios medios apuntan que Su Majestad ha hecho hueco en el garaje para el Aston DB9 V12 que veis sobre estas líneas y para otros tantos deportivos, como los Ferrari 599 GTB Fiorano, 430 Scudería y 458 Italia, el Audi R8 Spyder de primera generación, el Lamborghini Gallardo, el Mercedes SL 300 descapotable de tercera generación, el Cadillac XLR-V, el Porsche 911 993 Turbo S o el estratosférico Mercedes SLR McLaren 722. A estos se suman motos, mansiones, aviones privados… Lo que sea menester para un hombre que después de retirado sigue embolsándose millones y millones de dólares al año gracias a la franquicia Jordan Air de Nike.