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Lo nunca visto: tres coches de acero inoxidable, a subasta

Tres coches de acero inoxidable, dos Ford y un Lincoln, se subastan en septiembre, unos coches que albergan una curiosa historia y una llamativa durabilidad.

Las subastas de coches nos traen verdaderas joyas automovilísticas, superdeportivos de ensueño, clásicos en perfectísimas condiciones y raros especímenes de un tiempo pasado.

En esta última categoría podemos ubicar a los protagonistas de este artículo. Se trata de tres clásicos, un Ford Deluxe Sedán de 1936, un Ford Thunderbird de 1960 y un Lincoln Continental convertible de 1967 que destacan por una característica que salta a la vista: su carrocería está hecha de acero inoxidable.

Fruto del acuerdo con una empresa de acero

“¿Acero inoxidable?”, te preguntarás. Pues sí, pero es que estos coches tienen su historia. Según nos cuenta Carscoop, ésta comienza en 1935, cuando Ford entabla una colaboración con la compañía Allegheny Ludlum Steel para promocionar el acero inoxidable, que en esa época era un material relativamente nuevo y que necesitaba darse a conocer.

Fruto de ese acuerdo, ambas compañías decidieron fabricar conjuntamente seis Ford Deluxe Sedan con carrocería de acero inoxidable para «mostrar la extrema durabilidad y el atractivo estético del nuevo metal». Las seis unidades no se pusieron a la venta, sino que fueron usadas por ejecutivos de Allegheny Ludlum, llegando a recorrer cada uno de ellos más de 320.000 kilómetros antes de que se dejaran de utilizar. A día de hoy, únicamente sobreviven cuatro de los seis coches y uno de ellos, el que se subasta, fue conservado por la compañía de acero inoxidable.

Años más tarde, en la década de los 60, Ford y Allegheny Ludlum Steel, viendo el éxito cosechado por su antigua colaboración, volvieron a cruzar sus caminos y produjeron dos Thunderbirds (que acabaron con más de 160.000 km) y tres Lincoln Continental Convertible también de acero inoxidable. Una unidad de cada modelo también forma parte de la subasta.

Según el subastador John Kruse, el trío son «artefactos extraordinarios de una era dinámica de innovación tanto para la industria del acero como para la automovilística en América. Después de custodiarlos durante toda su vida, Allegheny Ludlum piensa que merecen ocupar un lugar en una importante colección o museo donde puedan ser más apreciados en un entorno de coches de colección para las generaciones venideras, y nos sentimos honrados de que se nos haya confiado su venta».

No hay una estimación del dinero que se puede obtener por ellos en la subasta, que se celebrará en septiembre, pero el trío se está ofreciendo sin reservas y sin duda atraerán mucha atención.