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El motor valenciano de combustión que no contamina

Parece una broma pero no lo es… Existe un motor de combustión gasolina o diesel, que emite 0 partículas y es valenciano. Y no se trata de otra patraña como la de aquel famoso invento español del motor de agua.

Según la Asociación Española de Profesionales de Automoción (ASEPA), el CMT-Motores térmicos de la Universidad Politécnica de Valencia patentó y presentó junto con el CSID, un proyecto para convertir un motor térmico convencional en un motor 0 emisiones. La idea se patentó en la Agencia Valenciana de Investigación perteneciente a la Comunidad Valenciana, que subvencionó el proyecto con 150.000 euros para poder terminar un prototipo en versión gasolina y otro en versión diesel.

La tecnología se basa en unas membranas cerámicas que eliminan todos los gases nocivos para la salud. Estas membranas capturan el CO2, lo licúan y lo almacenan en un depósito para ser recogido posteriormente. Desde la web de ASEPA, aseguran que esto se consigue retirando el nitrógeno del aire y usando oxicombustión. Es un tipo de combustión en la que se enriquece el aire con oxígeno puro para disminuir el consumo de combustible, reducción que es aún mayor si el nitrógeno se elimina completamente del aire. Además, minimiza las emisiones de dióxido de carbono y de óxidos de nitrógeno. Las membranas cerámicas separan el nitrógeno del aire, trabajan a altas temperaturas y necesitan presión.

Al parecer, el vehículo podría llevar dos depósitos, uno para el combustible y otro para recoger el CO2, pero sería más conveniente montar un depósito de combustible tres veces mayor, pues aproximadamente por cada tanque de combustible se generarían tres tanques de CO2 en volumen. Es decir: 50 litros de combustible generarían 150 litros de CO2. En ese depósito común ambos líquidos irían separados por una membrana: en una parte se encontraría el combustible y en la otra se iría recogiendo CO2. Según  se vacía el combustible, la membrana se desplaza dando espacio al CO2. Además, se podría llevar a cabo un “intercambio” en la estación de servicio, descontando del precio de la gasolina el precio de venta del CO2 líquido, pues este mismo serviría para producir combustible sintético entrando así en una economía circular.

Por otro lado, desde la asociación esperan que el sistema tenga un precio competitivo que no aumente el coste del automóvil, teniendo en cuenta que el actual sistema de postratamiento de gases desaparecería y supone el 30% del coste actual de un motor.

Desde la web se hacen eco de una entrevista a José Ramón Serrano, miembro del centro de investigación que ha desarrollado el proyecto, destacando las siguientes respuestas:

“Esta tecnología es superior a la del motor eléctrico y tiene muchas más ventajas que la del hidrógeno. Como cualquier eléctrico es un motor cero emisiones ‘del repostaje a la rueda’, ya que no tiene ninguna emisión contaminante ni de gases ni de partículas dañinas para la salud ni para el medioambiente. Pero en cambio, tiene la misma autonomía que un motor térmico y también su facilidad de repostaje. Tiene lo mejor de ambas tecnologías, pero manteniendo las infraestructuras, es decir sin tener que realizar ninguna inversión multimillonaria. Y además se cumplen objetivos de emisiones de CO2 del Acuerdo de París y por supuesto los objetivos europeos de descarbonización del transporte.”

Estaremos atentos a este proyecto y esperemos que salga adelante. Sería una excelente noticia para nuestra comunidad autónoma, nuestro país, y para un sector del automóvil que necesita urgentemente un balón de oxígeno.